Hoy te quiero contar lo que he aprendido en mi maternidad sobre las mentiras.
A todos nos suele molestar mucho que nos mientan o que nos oculten la verdad.
Es algo que nos conecta con la falta de confianza y eso nos duele.
Yo pienso, no confía en mí, no se siente bien conmigo, no me quiere.
¿Y a ti , qué emociones se te despiertan cuando tu hijo te miente?
Te propongo que te pongas en el lugar de tu hijo que te ha mentido o que no te cuenta algunas cosas que te gustaría saber.
Si tú fueras ese niño, ¿qué motivos te llevarían a mentir u ocultar algo?
A mi se me ocurre algo que a muchos nos lleva a mentir.
EL MIEDO
Cuando tenemos miedo tendemos a escondernos, no mostrar lo que nos ocurre e incluso mentir.

¿Por qué mentimos y ocultamos cosas?
¿A qué tenemos miedo?
Quizá a sentirnos juzgados o criticados.
Quizá a sentir que no cumplimos lo que se espera de nosotros.
Quizá a sentir que no somos suficientes.
Y todo esto nos lleva a pensar que si decimos realmente lo que ha pasado, eso que pensamos, al otro no le va a gustar, y las consecuencias que voy a pagar por esto es la retirada de amor.
Un niño no se puede permitir perder esto de sus padres, el sentirse valioso y querido es una necesidad biológica tan importante para su desarrollo como respirar.
Como la parte emocional no siempre es tan visible se nos olvida que es algo de lo que los niños no pueden prescindir.
Sentir que mamá o papá no me quieren, ahoga tanto que seré capaz de hacer cualquier cosa para tener ese amor y esa mirada que tanto necesito.
A lo que te invito con este texto es a que intentes ponerte en el lugar de tu hijo o ese niño que te oculta cosas o que te miente.
Si tú fueras ese niño, ¿que te haría sentir mejor?
Que te señalasen esa mentira y se centraran en tu comportamiento, o que trataran de poder ver cómo te sientes y te apoyaran.
Si eres capaz de ver a un niño asustado que necesita ser acompañado, será lo más valioso que puedes hacer por él en ese momento.
Un niño que miente, es un niño que le está costando ser honesto contigo porque tiene miedo a las consecuencias, a perder tu atención y tu amor incondicional.
Cuánto peor se siente un niño peor será su comportamiento.
Cambiar la mirada del comportamiento (la mentira) al sentir (tiene miedo a las consecuencias), te hará ver lo que necesita.
El niño necesita que ese miedo sea acompañado, no que señalemos la mentira.
La mentira es el indicador de que no se siente seguro, y ese miedo le lleva a mentir.
Si consigues que ese miedo vaya disminuyendo, su malestar será menor y su comportamiento irá también cambiando.
Poco a poco esto te hará conectar con lo que siente e irás ganando su confianza.
Al no tener miedo no necesitará esconderse ni mentirte, te sentirá como un lugar seguro donde puede ser el.
¿A que si tú te sientes seguro te puedes mostrar tal y como eres?
Prueba y repara el vínculo. El niño empezará a contarte más cosas y no tendrá la necesidad de mentir.
Regala atención, mirada y amor a tus hijos. Es lo más sanador.
¿Cómo te sientes al leer esto?
Si te ha hecho sentir algo me encantaría leerlo en comentarios. Compartir siempre suma y une corazones.
Gracias por leerme.