Mirar y ver más allá

Estos días reflexiono sobre la necesidad que tenemos de encontrar una solución rápida para cualquier malestar que se manifiesta en nuestro cuerpo.

Queremos que las cosas incómodas o dolorosas desaparezcan lo antes posible. 

No queremos sufrir ni que nuestros hijos sufran. 

Siempre van a estar pasando cosas en nuestra vida y eso no podemos evitarlo.

Te invito a mover el foco para poder ver un poco más allá de esas señales que te ponen en estado de alerta.

 Piensa en una situación que te esté pasando que te incomoda.

Trata de localizar en qué parte del cuerpo sientes ese malestar.

Quizá sientas tus hombros muy pesados y doloridos, o te duele la cabeza, o dolor de estómago…. 

Localizar en el cuerpo lo que te duele, te va a ayudar a poder atenderlo.  

Tu mente seguramente esté buscando opciones para que ese dolor o incomodidad desaparezca y puede que no esté en tu mano la solución.

En situaciones en las que no está en mi mano la solución trato de observar lo que mi cuerpo me está manifestando y atenderlo. 

 A mi me ayuda tratar de poner la energía en calmarme y que la mente no me lleve a una mayor agitación o preocupación.

¿Y cómo consigo calmarme en momentos de crisis?

Yo trato de escucharme y poner palabras a lo que me está sucediendo. Sin juicio ni crítica, con la mayor compasión posible.

Una vez que he podido parar y atender lo que me pasa, esa agitación inicial suele remitir.

Este ejercicio que te propongo, te aseguro que va ayudarte a transformar tu malestar poco a poco.

Y de este mismo modo cuando tus hijos manifiestan un malestar que no entiendes, el haber desarrollado estas herramientas te va a ayudar a que ellos se calmen.

No olvides que un niño necesita tu calma para encontrar la suya propia. 

Que poco a poco su comportamiento, sea sólo el indicador de que hay algo más importante que atender.

Te propongo que en situaciones de malestar e incomodidad, mira sus manos y recuerda que ellos te necesitan.

Un niño necesita de la regulación emocional de su adulto referente para poder calmarse.

Practicar el encontrar tu calma, es un super poder que te va a permitir observar y ver más allá.

Te aseguro que este camino de PARAR, OBSERVAR y ATENDER te va a facilitar ver el origen escondido debajo de ese comportamiento que te incomoda.

En mi experiencia cuando pude hacer este ejercicio de ver más allá, empecé a darme cuenta que había algo que mi  hijo necesitaba y que no estaba atendiendo. 

Es difícil resolver algo cuando no lo puedo identificar.

Ojalá parar y poder observar que necesitas te ayude para poner un poco más de calma en ti.

Verás cómo mirar y ver más allá te va a dar respuestas para poder manejar tu malestar e incomodidad.

Y seguro que tu hijo podrá encontrar un anclaje en ti para regularse y calmarse.

Tu eres su lugar seguro y te necesita.

Me encantaría leer en comentarios si te ayuda.

Un abrazo enorme.

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